Ni dos minutos tardó ayer José Luis Rodríguez Zapatero en desinflar la expectativa ante su encuentro el día 20 de mayo con Juan José Ibarretxe. De hecho, la primera parte de su discurso en la Fiesta de la Rosa, que congregó a 8.000 personas en Barakaldo (Vizcaya), se centró en aclarar que no negociará la propuesta remitida desde Vitoria para reconocer a los vascos el derecho a decidir, y que el progreso del autogobierno deberá partir de un pacto de los partidos en Euskadi.

Ajeno a los llamamientos que le han dirigido en las últimas horas tanto el lendakari como el PNV para que atienda la oferta de pacto, Zapatero anunció que trasladará a Ibarretxe un mensaje de "entendimiento", pero de rechazo a toda "aventura" que traspase las reglas de juego. Y recomendó al jefe del Ejecutivo vasco que "hable más" con los partidos y especialmente con Patxi López.

PRESENTACION Estaba claro que Zapatero, cuatro ministros de su Gobierno, seis presidentes autonómicos y delegaciones de todas las comunidades estaban en el Bilbao Exhibiton Centre para arropar el lanzamiento del secretario general del PSE como el candidato del "cambio seguro" en Euskadi.

Con una euforia manifiesta porque los socialistas vascos ganaron con holgura al PNV las elecciones generales, Zapatero envió a los nacionalistas un dardo envenenado, al decir que "respeta" su decisión de "unir su destino" a la hoja de ruta propuesta por Ibarretxe, pero advirtió de que él seguirá dialogando con el lendakari: "Hoy con Ibarretxe, mañana con Patxi López", aseveró. Zapatero respaldará al PSE para propiciar un cambio en la lendakaritza .

Zapatero ni mencionó que Ibarretxe recupera el documento de Loyola con el que PNV, PSE y Batasuna pretendían en el 2006 afianzar la tregua de ETA. Solo López acusó al lendakari de "pervertir y manipular" un "intento noble" de lograr la paz. El PSE busca combatir el mensaje de Ibarretxe, quien denuncia que Zapatero se abrió a negociar con ETA igual que no quiere hablar con él.