Palo y zanahoria. Esta parece ser la estrategia definida por el PSOE en su compleja relación con las entidades financieras para tratar de forzarlas a facilitar más créditos a las empresas y a las familias españolas. Fuentes de la dirección socialista consideran equivocada la estrategia de confrontación que ha parecido que transmitían el partido y el Gobierno, con declaraciones como las del ministro de Industria, Miguel Sebastián, cuando el martes afirmó que al Ejecutivo "se le está acabando la paciencia" con los bancos.

Sin ir más lejos, el número dos del partido, José Blanco, replicó ayer al ministro al asegurar que el PSOE "tiene una paciencia ilimitada" con las entidades financieras. "Es nuestro deber --continuó-- tratar de convencer a todo el mundo de que reme en la misma dirección". Que las espadas siguen en alto lo certificó el propio Sebastián al reafirmarse en sus palabras del día anterior --"creo que lo dejé bastante claro", zanjó--.

INDIGNACION Con paños más o menos calientes, el malestar en el PSOE hacia la banca resulta evidente. Las duras palabras pronunciadas por el presidente de la Asociación Española de la Banca, Miguel Martín, afirmando el pasado lunes que "la economía real es la que pone en riesgo el sistema financiero", pronunciadas frente a buena parte del Grupo Socialista en el Congreso, generaron una profunda indignación. Dirigentes del partido recuerdan al respecto que buena parte de la crisis se debe a que el sistema financiero cebó la burbuja inmobiliaria durante los últimos años consiguiendo gracias a ello enormes beneficios.

Pese a ello, en el PSOE se admiten los argumentos de que la banca no puede poner en riesgo los depósitos de sus clientes, con créditos ilimitados. El partido también es consciente de que en muchos casos quien solicita los créditos no ofrece garantías suficientes. A ello contribuye el aumento del paro. El incremento de la morosidad es también indicador de las dificultades.

Por este motivo, estas voces son partidarias de que entre el Gobierno y las entidades financieras se produzca un diálogo fluido. "El sector tiene que ponerse las pilas, pero tenemos que conocer sus problemas y Zapatero tiene que escuchar", indican fuentes socialistas.

EVITAR LA TRAMPA DEL PP En el PSOE existe una gran prevención para no hacer un discurso populista en contra de los bancos, que sería, advierten, caer en la trampa de la derecha política y mediática que carga contra las entidades financieras para acabar acusando al Gobierno de no plantar cara a este sector. La portavoz parlamentaria del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, advertía el pasado martes de que la sensación que le preocupa es la de los ciudadanos en paro.