Los barones socialistas salieron ayer a presionar a Maragall para que atendiera la petición de Zapatero. Manuel Chaves --que la víspera los había movilizado para que lo convencieran de que debía obligar a Maragall a cesar a Carod-- abrió el fuego, en su condición de presidente del PSOE. Dijo que si un consejero actuaba como Rovira, él no dudaría en cesarlo. Y urgió a Maragall a hacer lo propio.

Poco antes de que Carod anunciara su salida del tripartito, José Bono recalcó que debía "dejar el Gobierno catalán".