¿Quién ha sido? Era la pregunta que muchos ciudadanos se hicieron tras los atentados del 11-M. La respuesta no tardó en llegar. Pero esa misma pregunta se la hicieron durante años las víctimas del primer gran golpe del terrorismo islamista en España, el atentado contra el restaurante El Descanso, en Torrejón de Ardoz (Madrid), en 1985. Hoy se cumplen 25 años del que fue el mayor ataque terrorista en suelo español, con 18 muertos y un centenar de heridos.

La verdad no empezó a aclararse hasta un año después. "Las víctimas nos hemos sentido olvidadas", sentencia Cristina Salado, que cenaba esa noche en el restaurante con su marido y una amiga. Solo ella sobrevivió. Aquel 12 de abril de 1985, hacia las diez y media de la noche, una potente bomba voló por los aires el edificio, situado cerca de la base aérea de Torrejón. La incertidumbre rodeó el ataque desde el principio, aunque la primera reivindicación, realizada en Beirut pocas horas después, ya fue de la Yihad Islámica. Por ello, se dio por hecho que el objetivo del atentado fueron los militares norteamericanos de la base, que frecuentaban el local, pero la explosión se produjo a una hora inhabitual para los hábitos de cena anglosajones. Todos los fallecidos fueron españoles. El nombre de la Yihad Islámica no era desconocido. Había asesinado a tres personas en dos acciones en Madrid y otra en Marbella, pero ninguna era española. Y nunca había trasladado a España sus atentados indiscriminados contra intereses de EEUU, habitual en otros países. Según Cristina, fue un atentado "raro".

La confusión de los hechos fue aprovechada por otras organizaciones terroristas, incluidas ETA y el GRAPO, para enmarañar la investigación con reivindicaciones múltiples. Se llegó a hablar de conexiones entre grupos de extrema izquierda europeos y de Oriente Próximo, y las discrepancias entre el Cuerpo Nacional de la Policía y la Guardia Civil desembocaron en un sumario de seis tomos que fue archivado en 1987 "por falta de autor conocido". Ahí empezó el olvido que denuncia Cristina. En los años 90, el caso se retomó dentro de otras investigaciones sobre terrorismo islamista, pero los nuevos interrogatorios no arrojaron luz. La causa se sobreseyó. Dolor, olvido y rabia embargaban a las víctimas, que recibieron indemnizaciones de mínimos.

AUTOR EN BUSCA Y CAPTURA A finales del 2005, un testigo protegido vinculó a un terrorista de origen sirio con el atentado de Torrejón. Mustafa Setmarian Nasar fue identificado como presunto autor y está en busca y captura. "Ahora hay que aprovechar las buenas relaciones entre España y EEUU para localizarle y que sea juzgado", reclama Cristina, que exige que no se dé por perdida la búsqueda para que la masacre no quede impune.