El fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, reconoció ayer que el terrorismo islamista es "la principal amenaza para la seguridad de España" y, por tanto, su "principal preocupación". El máximo representante del ministerio público justificó la alerta en que el terrorismo de ETA está "en fase de declive" mientras que la situación en Afganistán, Irak o el Líbano hacen que la amenaza internacional "esté en proceso de ascenso". "Estamos muy cerca de una situación muy peligrosa", dijo en referencia a los atentados de Casablanca (Marruecos) y Argel (Argelia).