El príncipe Felipe alabó ayer el "diálogo y la cooperación" iniciados hace 10 años entre la UE y los países del sur del Mediterráneo, y animó a incrementar esa colaboración para "avanzar en la gestión" del "fenómeno de las migraciones" y hacer frente con éxito a la "amenaza tan terrible" que es el terrorismo. Felipe hizo estas consideraciones en la apertura, ayer en Barcelona, de la 5 Conferencia de Parlamentos Euromediterráneos.

Pero no sólo se habló de política euromediterránea. El presidente del Parlamento catalán, Ernest Benach (ERC), aprovechó para reivindicar, en presencia del Príncipe y de los presidentes del Congreso y del Senado, el Estatuto catalán como "nueva hoja de ruta del autogobierno catalán". Y proclamó la "voluntad nacional e identitaria" de Cataluña, que definió como "pueblo tozudo" y perseguido pero con "espíritu de pacto".

A la lucha contra el terrorismo dedicó lo esencial de su discurso el presidente del Senado, Javier Rojo. Y el ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, pidió "una institución financiera para el Mediterráneo" que promueva el libre cambio y contribuya a "la paz, la estabilidad y el desarrollo" de la región.