El funeral por el guardia civil Juan Manuel Piñuel, asesinado ayer por ETA en un atentado con una furgoneta bomba en la casa cuartel de Legutiano (Álava), ha empezado a las 10.35 horas en la catedral nueva de Vitoria, con la presencia de los Príncipes de Asturias y miembros del Gobierno central y vasco.

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Tras cerrarse la capilla ardiente, instalada en la Subdelegación del Gobierno en Vitoria, el féretro ha sido trasladado a la cercana catedral, escoltado por sus compañeros y seguido por una comitiva en la que iba su viuda, María Victoria.

Allí esperaban el féretro, en la escalinata del templo, los Príncipes de Asturias; el presidente de Senado, Javier Rojo; la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega; el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba; la titular de Defensa, Carme Chacón, y el lendakari, Juan José Ibarretxe, entre otros políticos, así como altos cargos de la Policía y de la Guardia Civil.

Cientos de personas congregadas

A la llegada del féretro ha habido numerosos aplausos por parte de los varios cientos de personas congregadas.

Al pie de las escaleras se le han realizado honores y se ha interpretado el himno nacional. Posteriormente, el féretro ha sido introducido en el templo a hombros, seguido por las autoridades.

Por deseo de la familia, se han cerrado las puertas del templo y no se ha permitido el acceso de los medios de comunicación al funeral, que será oficiado por el obispo de Vitoria, Miguel Asurmendi.