El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón tomó ayer una decisión ejemplarizante. Acordó el ingreso en prisión provisional de las dos hermanas empresarias detenidas el miércoles en Guipúzcoa por haber pagado 6.000 euros voluntariamente a ETA, según demuestra una carta encontrada en el piso de Burdeos en el que vivía el máximo dirigente de ETA, Francisco Javier López Peña, Thierry .

Garzón llegó a la conclusión, tras interrogar a María Isabel y Blanca Rosa Bruño Azpiroz, que ambas están muy próximas ideológicamente a ETA y "tienen la vía abierta" para seguir colaborando con la banda. El juez contó entre las pruebas acusatorias con una carta de agradecimiento de ETA remitida a las empresarias por efectuar el pago de 6.000 euros. La banda apela a su "patriotismo" para que "en el futuro sigan realizando aportaciones económicas, con el convencimiento de que tienen la vía para ponerse en contacto con la organización". Para el juez, ese último párrafo "denota la proximidad ideológica" y que tienen "la vía" para ayudar a la banda. Las detenidas no quisieron revelar dicha vía.