El juez de la Audiencia Nacional, Fernando Grande-Marlaska, ha ordenado el ingreso en prisión preventiva de la presunta etarra Iratxe Yáñez, a la que se acusa de formar parte del comando que pretendía instalar una base logística de la banda terrorista en Portugal. A Yáñez, nacida en Vitoria (Álava) el 11 de noviembre de 1981, se le imputan delitos de integración en organización terrorista, conspiración para cometer atentados, tenencia y depósito de explosivos y armas y falsificación en documento oficial, según informaron fuentes de la Audiencia Nacional.

La presunta etarra fue trasladada ayer desde Portugal, donde fue detenida el 9 de enero del 2010 en la localidad de Vila Nova da Foz. La Guardia Nacional Republicana portuguesa la interceptó cuando viajaba con documentación falsa en un vehículo con matrícula francesa. Según fuentes judiciales, la presunta etarra trasladaba material para la construcción de zulos y fabricación de explosivos a Portugal.

El vehículo de Yáñez hacía de "lanzadera"; es decir abría camino a la furgoneta con explosivos conducida por Garikoitz García Arrieta, quien fue igualmente arrestado ese día. Este presunto etarra fue entregado a España el pasado julio y también ingresó en prisión por orden de Grande-Marlaska. La Guardia Civil los interceptó a ambos en la provincia de Zamora, pero los etarras lograron huir, aunque fueron arrestados horas después en territorio portugués.

Su objetivo era trasladar el material a la base logística que ETA tenía en Obidos, al norte de Lisboa, y que fue desarticulada semanas después.

La excelente colaboración existente en materia de seguridad entre España y Portugal que ha permitido desmantelar este comando de ETA se intensificó el pasado febrero con la creación de un Grupo de Cooperación Policial (GCP) para perseguir la delincuencia transnacional y luchar contra la banda terrorista. Un trabajo conjunto tan fluido y eficiente como la colaboración hispano-francesa.