La política económica del Gobierno sufrió ayer en el Congreso un triple correctivo por parte de la oposición. Los socialistas se quedaron solos en la toma en consideración de una proposición vinculante del BNG para aplicar el tipo superreducido del IVA (fijado en el 4%) a los productos implicados en la cadena alimentaria (desde la carne, el pescado o el agua, a los fertilizantes y los servicios a las explotaciones agrarias).

La iniciativa prosperó con el voto del resto de grupos de la Cámara y, de lograr su aprobación definitiva, no entraría en vigor hasta el 2011. La proposición de ley excluye de la lista a las bebidas alcohólicas y el tabaco. La vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado, denunció tras la sesión la "incoherencia" de la oposición al exigirle que reduzca el déficit y, al mismo tiempo, votar medidas que lo elevan. La número tres del Ejecutivo socialista señaló que se llega a perder la "confianza" en grupos que "votan de esa manera".

Los socialistas perdieron otras dos votaciones, en este caso no vinculantes, impulsadas por el PP y CiU para prorrogar el plan de ayudas públicas a la compra de coches, y ampliar su presupuesto. En ambos casos, el PSOE solo contó con los cinco votos de ERC-IU-ICV y de UPyD. El PSOE acumula seis votaciones perdidas este año y 19 desde el inicio de la legistalura.