Los jueces progresistas del Tribunal Constitucional acusaron ayer a sus colegas del sector conservador de haber cercenado la doctrina de la sede judicial por apartar a la presidenta, María Emilia Casas, del debate sobre la constitucionalidad de la ley que afecta al propio tribunal y que prorroga su mandato hasta que cese como jueza en la sede judicial. Los conservadores admiten que han reinterpretado la doctrina para contentar a la sociedad.

Los jueces progresistas Pablo Pérez Tremps, María Elisa Pérez Vega, Manuel Aragón y Pascual Sala firmaron un voto particular en el que acusan a los conservadores de manipular la doctrina sobre las abstenciones y recusaciones de sus magistrados.

PRESIONES Además, sostienen que el acuerdo del sector conservador para relegar a Casas puede propiciar que la composición del tribunal quede alterada "simplemente por presiones externas, políticas, mediáticas o de cualquier otro tipo". El Constitucional es el único tribunal en el que los jueces que son apartados de los debates, por cruciales que sean, no pueden ser sustituidos. Por ello, hasta ahora se ha optado por aplicar una interpretación restrictiva.

Sin embargo, los conservadores, en el caso de Casas, han buscado una posición "laxa" que, a juicio de los progresistas, puede "estimular" la presentación y estimación de recusaciones contra los miembros del tribunal. Ese hecho, en su opinión, produciría "efectos demoledores" para la sede judicial. Por su parte, Eugenio Gay, también considerado integrante de la línea progresista, acusa a los magistrados conservadores de "falta de solidez jurídica".

El sector conservador aprobó el martes el acuerdo para aceptar la abstención de Casas --con la que el sector progresista quedaba en inferioridad-- con el voto de calidad del conservador Vicente Calvo, que justificó su decisión señalando que "no sería comprensible para la ciudadanía" que resolvieran una norma que les afecta directamente.

También porque los dos pusieron en duda su imparcialidad para resolver sobre el recurso, y por tanto consideran que "no se les puede obligar contra su expresa y fundada voluntad" a participar como jueces "en el enjuiciamiento de la norma que tan directamente les afecta".

ABSTENCIONES Sin embargo, en los últimos años el Constitucional ha rechazado la abstención de al menos tres de sus jueces, y lo ha hecho con el respaldo del conservador Vicente Conde, que hizo uso de su voto de calidad para aceptar la de Casas y la de Jiménez. Por otro lado, el abogado del Estado estudia la viabilidad de recusar a los conservadores Roberto García Calvo y Jorge Rodríguez-Zapata, que pidieron a Casas que dimitiera.