La decisión del Gobierno español de recomponer las relaciones con el régimen de Fidel Castro, provocó la airada reacción de la oposición interior cubana en la recepción que la embajada en la Habana ofrece el 12 de octubre por el Día de la Hispanidad.

Dos de los disidentes cubanos más significados, Marta Beatriz Roque, del Grupo de los 4, recientemente excarcelada por motivos de salud, y Osvaldo Payá, del Movimiento Cristiano de Liberación, abandonaron la legación española, tras escuchar el discurso del nuevo embajador, Carlos Alonso Zaldívar, en el que reconocía que le habría gustado que el Gobierno cubano hubiera estado presente. Zaldívar, de acuerdo con lo anunciado la pasada semana por la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, expresó la voluntad española de cambiar la "insatisfactoria" relación con Cuba que afecta a todos los países de la UE.

En junio del 2003, la UE aprobó a instancias del entonces presidente español, José María Aznar, un paquete de sanciones políticas contra La Habana, en protesta por las condenas a 75 disidentes y la ejecución de tres secuestradores, que incluía invitar a disidentes a fiestas nacionales de cada país de la unión. Cuba congeló los contactos con diplomáticos comunitarios y prohibió a sus funcionarios ir a las recepciones de las embajadas europeas.