Los dirigentes socialistas y populares que participaron en la marcha de repulsa por el asesinato de Joseba Pagazaurtundua, que recorrió ayer las calles de Andoain (Guipúzcoa), exigieron colaboración a PNV y EA para echar a Batasuna del poder municipal en aquellas alcaldías donde gobierna en minoría, como sucede en el municipio donde ETA atentó el sábado. En la manifestación participaron unas 5.000 personas.

Una vez finalizada la marcha, Patxi López, líder del Partido Socialista de Euskadi (PSE) --al que pertenecía Pagazaurtundua--, pidió a todas las formaciones "coordinación, unidad y coraje" para evitar que alcaldes de Batasuna que no condenan el terrorismo sigan gobernando.

QUITAR LEGITIMIDAD SOCIAL

Sin citarlo abiertamente, López también censuró el plan soberanista del lendakari: "En un país que falta la libertad no hay más prioridad que acabar con los liberticidas". "Sólo nos sirve quien detiene terroristas, quien les quita legitimidad social y política, y quien impide que haya chivatos en Andoain", proclamó.

Con el mismo argumento, el secretario general del PP, Javier Arenas, juzgó "una indignidad" que los nacionalistas del PNV y EA no secunden mociones de censura para expulsar a Batasuna de los ayuntamientos. El ministro de Justicia, José María Michavila, defendió la necesidad de ilegalizar la formación aberzale para impedir que un partido "que legitima, justifica y financia el crimen" pueda llegar a gobernar.

Los manifestantes desfilaron en silencio para expresar su rechazo al atentado en el que murió el sargento de la Policía Municipal de Andoain y miembro de Basta Ya. No obstante, se corearon gritos como "libertad", "chivatos", "asesinos" o "lo pagarán".

Uno de los pocos incidentes de la protesta se registró cuando la marcha pasó delante de la sede social de Batasuna, cerrada minutos antes. Los manifestantes colocaron en la persiana pegatinas de ETA no , y realizaron pintadas con frases como "Sois ETA", "Nazis", o "Asesinos".

También hubo un conato de enfrentamiento cuando una mujer aguardó desde su balcón el paso de la multitud exhibiendo una pancarta en favor del acercamiento de los presos al País Vasco. Escuchó acusaciones de "asesina", a las que respondió con gritos de "españoles".

PANCARTA SOCIALISTA

La pancarta que abría la manifestación llevaba por único lema ETA no , y era portada mayoritariamente por dirigentes socialistas, entre los que se encontraba José Luis Rodríguez Zapatero, y cargos de UGT, como Cándido Méndez. También ocupó la primera fila el ministro Michavila. En posiciones más retrasadas se encontraba Arenas y, casi en la cola, se ubicaron el lendakari, representantes del Gobierno vasco y dirigentes de PNV, EA e IU.