La constitución del Parlamento de Navarra evidenció el distanciamiento de las conversaciones entre los socialistas navarros y los nacionalistas de Nafarroa Bai (Na-Bai). Elena Torres, del PSN, fue elegida ayer presidenta de la Cámara foral con el apoyo de UPN, la marca electoral del PP en Navarra. La maniobra que enterró las esperanzas de los nacionalistas de ocupar el cargo. La sucesión de desencuentros con el PSN en los últimos días ha colocado al borde de la ruptura definitiva las negociaciones para la conformación del Gobierno de la comunidad autónoma.

Aunque ambas partes sostienen que el diálogo seguirá, el candidato de Na-Bai, Patxi Zabaleta, puso la "dignidad" de su fuerza como límite a los esfuerzos para consensuar un gobierno alternativo a UPN. En las últimas semanas se han sucedido los desplantes socialistas, comenzando por su negativa a apoyar a la nacionalista Uxue Barkos como alcaldesa de Pamplona. Desde que el lunes José Blanco, secretario de organización del PSOE, señalara que el entendimiento con los nacionalistas estaba "muy verde", la decepción se ha apoderado de los negociadores.

UPN cumplió su palabra y sus 22 parlamentarios votaron a favor de la candidata socialista a presidir la Cámara. Torres también obtuvo el respaldo de los dos representantes de CDN, lo que demostró que Na-Bai quedaba aislada. Además, los socialistas devolvieron el favor y dieron sus 12 votos al regionalista Javier Marcotegi como vicepresidente primero. El candidato nacionalista, Koldo Amezketa, fue nombrado vicepresidente segundo, pero únicamente le votaron sus 12 compañeros y los dos parlamentarios de IUN.

ENTENDIMIENTO La nueva presidenta de la Cámara, Elena Torres, de 37 años, es natural de Valtierra (Navarra) y actualmente está embarazada de tres meses, en espera de gemelos. Recibió el apoyo explícito del presidente de UPN y del Gobierno de Navarra en funciones, Miguel Sanz, quien mostró su satisfacción porque es miembro del PSN, un partido que "cree en la Navarra del amejoramiento y la Constitución española".

En este sentido, una ruptura entre el PSN y Na-Bai dejaría en bandeja la presidencia del Gobierno navarro a UPN, que la próxima semana podría lograr la investidura de su candidato con mayoría simple con el apoyo de CDN. Además, el PSOE prefiere que la situación se clarifique cuanto antes, en un sentido o en otro, ante la cercanía del debate del estado de la nación.