El PSOE planta cara a los obispos y considera que las críticas de la cúpula eclesiástica a la gestión del Gobierno superan los límites de las reglas del juego, siempre complejas, entre la izquierda y la Iglesia. En un gesto poco habitual, el PSOE formalizó ayer por escrito su réplica a la jerarquía católica. El título del comunicado, Las cosas en su sitio, evidencia el malestar de la dirección socialista con declaraciones como la del arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, que en la multitudinaria manifestación del domingo en Madrid acusó al Ejecutivo de retroceder en la defensa de los derechos humanos. En su nota, el PSOE remarca que no existe más legitimidad que la constitucional y advierte a la Iglesia de que "solo quienes deliberadamente ignoran o no respetan los principios de libertad individual se apartan de los fundamentos de la democracia".

Los socialistas insistieron ayer en que, en un régimen de libertades, "la fe no se legisla", y que la Constitución consagra la igualdad de derechos de todos los españoles "sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de religión".

EN ESPAÑA CABEN TODOS Pocas horas después de hacerse público el comunicado, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que había supervisado el texto, recurrió al talante para replicar a los obispos. Sin perder la sonrisa y sin tan siquiera citarles, les recordó de nuevo que la Carta Magna no hace distinciones. "En la España de la Constitución cabe todo el mundo, todos tienen derecho a tener derechos, piensen lo que piensen y profesen o no una religión", proclamó en un acto ante medio millar de militantes socialistas en Almonte (Huelva), informa Julia Camacho.

Zapatero, que está de vacaciones en Doñana, contrapuso los mensajes tremendistas de la Iglesia a la situación real del país. "La España real poco tiene que ver con los mensajes de algunos apocalípticos, que siempre se equivocan anunciando desastres", y añadió que los socialistas no piensan modificar su posición, o lo que es lo mismo, que algunas de las leyes que tanto molestan a la Iglesia, por ejemplo la que reconoce el matrimonio entre homosexuales, no se derogarán, por más presiones que haya. El PSOE defiende que sus medidas sociales son una garantía de mayor libertad para los ciudadanos: "Guiados por nuestras convicciones democráticas y por nuestra defensa de la libertad individual, los socialistas no daremos ningún paso atrás".

EL CONCEPTO DE FAMILIA La prueba de que los socialistas han decidido pasar a la ofensiva es que el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, se dirigió directamente a la cúpula eclesiástica para pedirle que se adapte a los nuevos tiempos. Según Chaves, las familias cristianas españolas no tienen el concepto de familia "tan integrista, arcaico y ultraconservador de algunos obispos".

Los socialistas temen que la ofensiva de la cúpula eclesiástica responda a un interés por condicionar las elecciones del 9 de marzo. De ahí que el secretario de organización del PSOE, José Blanco, en un artículo en su blog titulado Abandonar el cinismo , sugiriese a los obispos que antes de pedir el voto "directa o indirectamente" para el PP, le exija que introduzca en su programa la derogación de leyes como la del divorcio o la del aborto.