El PSOE forjó ayer un acuerdo de estabilidad con todas las fuerzas parlamentarias, excepto el PP, que garantiza la pluralidad en las mesas del Congreso y el Senado, así como su funcionamiento sin sobresaltos. Mediante este pacto, suscrito por 12 de los 13 partidos de las Cortes, los socialistas ceden poder parlamentario a las minorías y dejan al PP aislado en la oposición.

Después de que el PP anunciara el martes que sólo votaría a sus propios candidatos a los órganos de dirección de ambas cámaras, el portavoz socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, abrió negociaciones con el resto de las fuerzas. Su objetivo era probar que el diálogo y el fortalecimiento de la vida democrática prometidos por Zapatero se podían plasmar en las Cortes pese al rechazo del PP al consenso.

Para lograr este acuerdo, el PSOE ha cedido a las minorías parte de los asientos que le correspondían en las mesas de ambas cámaras. En la del Congreso, el PP se queda con los cuatro asientos que le tocan, mientras que los socialistas, con derecho a cinco sillas, se quedan con sólo tres, al ceder una vicepresidencia a CiU (Jordi Vilajoana) y una secretaría a IU (Isaura Navarro). La presidencia recaerá en el socialista Manuel Marín.

ROJO, AL FRENTE DEL SENADO En el Senado, donde el PP tiene más escaños que el PSOE pero no alcanza la mayoría absoluta, los populares pierden la presidencia, pese a que los socialistas estaban dispuestos a cedérsela si aceptaban un acuerdo global. El pacto alcanzado convertirá en presidente del Senado al socialista Javier Rojo, y brindará una vicepresidencia a l´Entesa Catalana de Progrés, que ocuparán Isidre Moles (PSC) o Josep Maria Esquerda (ERC). Jordi Casas (CiU) y un senador del PNV ocuparán dos de las cuatro secretarías.

A cambio de estas cesiones, el PSOE ha arrancado el compromiso por escrito de que las fuerzas minoritarias no aprovecharán el poder obtenido para aliarse en su contra, ni entre sí ni con el PP. El texto, que atañe también al reparto del poder en las comisiones parlamentarias, ha sido suscrito por 12 fuerzas. La sopa de siglas de los firmantes, que suman 202 diputados, incluye a PSOE, CiU, ERC, PNV, IU, CC, BNG, EA, BNG, CHA, Nafarroa Bai y Par.

El texto destaca la importancia de llevar la pluralidad política a las mesas de las Cortes para que los electores se sientan "más fielmente reflejados en el Parlamento". Ese pacto apuesta por convertir el Parlamento en el centro de la vida pública y reconoce la generosidad del PSOE.

LA INVESTIDURA, AL MARGEN Los diputados de CiU Jordi Jané y Josep Sánchez Llibre puntualizaron, para evitar equívocos, que "no se trata de un acuerdo entre PSOE y CiU, sino entre todas las fuerzas parlamentarias, menos el PP, en favor del pluralismo político". También resaltaron que el acceso de CiU a las mesas del Congreso y el Senado no la obliga a apoyar la investidura de Zapatero como presidente.

Aunque el PSOE cederá seis parlamentarios a CC para que forme grupos en ambas cámaras, Paulino Rivero dijo que su coalición seguirá gobernando Canarias con el PP.