El PSOE acabó cediendo. El PP amenazó con retirar el Estatuto valenciano desde las Cortes autonómicas si se modificaba el articulado de acuerdo con IU-ICV y los nacionalistas, y los socialistas claudicaron. Ayer, en la Comisión Constitucional del Congreso, aceptaron que el valenciano es un "idioma" en contra de sus propias convicciones.

El Congreso reinició sus actividades debatiendo el Estatuto valenciano. Lo aprobaron el PSOE y el PP en solitario, de acuerdo con el pacto que firmaron sus correligionarios valencianos el 25 de mayo del 2005.

El líder del PSPV, Joan Ignasi Pla, había asegurado hace unos días que aceptarían una propuesta de IU-ICV y los nacionalistas de que se retirase la referencia al valenciano como "idioma". Así, precisó, ampliarían el consenso ya logrado en su comunidad autónoma y harían justicia al criterio científico de que el valenciano es una definición territorial de un idioma, el catalán.

COMPROMISO ROTO En la madrugada de ayer, el compromiso socialista de votar la propuesta de dejar las cosas como están en el viejo Estatuto, hablando sólo de "valenciano" en general, sin considerarlo idioma, se fue al traste. En la negociación que mantuvieron en Valencia Pla y el presidente autonómico, Francisco Camps (PP), paralela a la que se celebró en Madrid entre dos delegaciones de PSOE y PP, presididas por Cipri Ciscar y Federico Trillo, los conservadores se cerraron en banda y los socialistas acabaron cediendo.

Del tenor de las conversaciones dio ayer muestra el portavoz del consejo valenciano del PP, Esteban González Pons: "El tema del idioma valenciano es completamente innegociable para el PP y tocarlo supondría que el PSOE se saldría de un acuerdo firmado y sellado".

UNIDAD Jordi Xucl (CiU), Agustí Cerd (ERC) e Isaura Navarro (IU-ICV) recordaron que todas las academias de la lengua, hasta la valenciana, así como el Congreso y el mismo memorando enviado por el Gobierno valenciano a la Unión Europea reconocen la unidad de la lengua catalana. Pero el PSOE se lavó las manos para salvar el acuerdo. Ciscar se limitó a decir que "los ciudadanos hablan valenciano", sin entrar en si es o no idioma.

El PSOE también aseguró que apoyaría la pretensión de las minorías de que el listón electoral bajase del 5% al 3%. Pero al final pactó con los conservadores que la referencia a cifras se elimine del nuevo Estatuto y se desarrolle en una ley electoral del Parlamento valenciano por dos tercios de los votos, lo que obliga al PSOE a volver a ponerse de acuerdo con el PP.

Ahora, el pleno del Congreso aprobará el Estatuto el 9 de febrero y lo remitirá al Senado, que tendrá dos meses para debatirlo. Si PSOE y PP no rompen su pacto, volverá al Congreso o pasará directamente a las Cortes valencianas en abril.