Quién le iba a decir al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, del PP, que sería un inesperado colaborador de los socialistas: hasta José Luis Rodríguez Zapatero utilizó las reflexiones carnavalescas del alcalde sobre el "gesto agrio de doña Cuaresma", frase de Gallardón interpretada como una velada alusión a su principal rival en el PP, Esperanza Aguirre. "La gente no permite ni el mal humo ni el mal gesto de doña Cuaresma", afirmó Zapatero. El mismo recurso fue repetido por el resto de oradores: Tomás Gómez; los dos vicepresidentes, Pedro Solbes y María Teresa Fernández de la Vega, y Manuel Chaves.

Y todos los intervinientes coincidieron en criticar que un partido "desunido" como, en su opinión, es el PP de Mariano Rajoy, Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón, tenga intención de gobernar España "cuando ellos mismos no se saben gobernar". Solbes trató de echarle humor a su discurso e, incluso, se rió del "mal de ojo" que alguien le ha echado, puesto que tenía el izquierdo hinchado. Tampoco se privó de desmentir a los populares y señaló que, pese a lo que van diciendo de él, tiene "ganas" de seguir y de usar su experiencia. "Llevo 30 años trabajando no para mis accionistas, sino para mis españoles".