Si los fichajes se miden por el revuelo que provocan, Mariano Rajoy se ha anotado un éxito al designar a Manuel Pizarro como su número dos en las generales del 9-M. La noticia de que el expresidente de Endesa escoltará al líder del PP en la lista por Madrid disparó ayer la temperatura preelectoral. El PSOE salió en tromba contra Pizarro, a quien acusó de "tiburón financiero" y de "catalanofobia". Salvo el PP, todas las fuerzas criticaron el salto a la primera línea política de un empresario al que acusan de frustrar, en sintonía con los populares, la opa de Gas Natural sobre Endesa.

El primer reproche le llegó del vicepresidente económico, Pedro Solbes, cuya inclusión como número dos de la lista del PSOE por Madrid animó a Rajoy a fichar a Pizarro para darle la réplica. En tono irónico, Solbes le dio la bienvenida a la "primera fila" tras haber hecho política entre "bambalinas" con la opa.

"HIPOTECADO" El PSOE le acusó de haberse "embolsado" 460.000 euros en plusvalías antes de la opa y de recibir de Endesa una indemnización de 15 millones "abonados por los accionistas a quienes decía proteger". También lo juzga "hipotecado" para regular el sector eléctrico si fuese titular de Economía. Por su parte, Gaspar Llamazares (IU) definió a Pizarro como un "gestor de confrontación" que representa "la ideología y el talante del PP".