Los socialistas cambian el paso. Si hasta ahora el PSOE quitaba hierro a las denuncias sobre el papel de la Guardia Civil en la trama del explosivo del 11-M, ayer pasó a recordar que los hechos acontecieron "delante de las narices" del Gobierno del PP. Y, además, cuando eran ministros del Interior Mariano Rajoy (2001-2002) y Angel Acebes (2002-2004), tal como recordó José Blanco. El secretario de organización del PSOE culpó a ambos del "descontrol e imprevisión" registrados en Interior.

Casi a la misma hora en que el fiscal general anunciaba una investigación sobre la tarea de la Guardia Civil en Asturias, Blanco compareció, tras la reunión de la ejecutiva del PSOE, para disparar por elevación. Destapadas las irregularidades en la comandancia de Gijón, cuyo jefe ha sido destituido por ocultar pruebas, los socialistas han decidido pedir cuentas al PP.

Blanco recordó que la red de tráfico de explosivos que suministró la goma-2 a los autores del 11-M se fraguó bajo los mandatos de Rajoy y Acebes, hoy presidente y secretario general del PP. El "colosal fracaso" de ambos desencadenó, según Blanco, "un mayor desastre": el 11-M. Y tachó de "barbaridad" que el domingo Eduardo Zaplana (PP) definiera esta masacre como un "atentado teledirigido".