Ni hay nada concreto, ni nada está perdido. Alfredo Pérez Rubalcaba y Joan Puigcercós comparecieron ayer juntos y brevemente tras estar dos horas y media metidos en una sala. Era la primera reunión pública entre el PSOE y ERC para tratar de un posible acuerdo de estabilidad parlamentaria. Ambas partes tienen la voluntad de lograrlo, aunque cada uno pone sus condiciones. En la cita de ayer sí quedó claro que los dos partidos desean un pacto de largo alcance, incluso de legislatura. Por eso acordaron volver a reunirse en dos semanas.

La delegación de Esquerra llegó a la reunión con un listado de reivindicaciones que estipuló como previas e irrenunciables para llegar a cualquier pacto. Los socialistas acudieron cargados de ideas, pero con poca documentación que las sustentara. La primera de las exigencias de ERC es que el Gobierno publique las balanzas fiscales del Estado y las autonomías, para poner en evidencia el déficit que soporta Cataluña.

Pasadas las 19.30 horas, los reunidos acordaron seguir otro día ante el calado de los temas a tratar, entre los que el PSOE acepta introducir las reformas estatutarias y el nuevo sistema de financiación autonómica. La cita será después de Semana Santa y a ella el PSOE acudirá con documentación que permita concretar algunos compromisos.

En su comparecencia, Rubalcaba aseguró que ambas delegaciones habían "constatado" que la colaboración entre sus grupos parlamentarios "ha ido bien y ha dado frutos". Para justificar la interrupción de la reunión, el portavoz del PSOE aseguró que no habían "acabado la reflexión" y que preferían continuarla dentro de unos días.