El hallazgo del cadáver de Gabriel Cruz, el niño de Almería cuya desaparición ha mantenido en vilo doce días a España, ha enconado el debate político en torno a la prisión permanente revisable, a tres días de que en el Congreso se debatan dos enmiendas de PP y Ciudadanos que propugnan endurecer la polémica condena, considerada por sus detratores como una especie de cadena perpetua encubierta.

El trágico desenlace del 'caso Gabriel' ha incrementado la presión sobre el PSOE, que presentó un recurso ante el Tribunal Constitucional contra la prisión permanente, para que se abstenga y de esta forma salgan adelante las enmiendas de la derecha. Así se lo pidió la semana pasada el padre de Diana Quer, que junto a otros familiares de víctimas de sucesos violentos ha iniciado una ronda de contactos con los partidos para pedirles que no retoquen el Código Penal.

Si bien, sus demandas han caído en saco roto, pese a la conmoción que ha recorrido España después de que se encontraran los restos de Gabriel en el maletero de su madrastra. La vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, ha trasladado este lunes el "más sentido pésame" de toda la familia socialista a los allegados de Gabriel, pero ha confirmado que su grupo votará en contra de las enmiendas de PP y Cs, informa Juan Ruiz Sierra.

El PSOE, según ha explicado, defiende que la finalidad del encarcelamiento debe de ser la "reinserción social" y la prisión revisable, a su juicio, no cumple este objetivo. Y Podemos, cuyos dirigentes se reunen esta tarde con los padres de Diana Quer, también han reafirmado su rechazo a la condena. La portavoz morada, Irene Montoro, ha argumentado que tras un crimen de esta naturaleza toca "ser capaz de trasformar el dolor en soluciones eficaces y la prisión permanente revisable no lo es, y así lo dicen todos los expertos", informa Iolanda Mármol.

Las encuestas

Con el rechazo de la izquierda, las propuestas de PP y Cs previsiblemente decaerán y seguirá por tanto adelante la propuesta presentada el pasado octubre por el PNV para derogar la figura punitiva. Conciente este probable escenario, el vicesecretario de comunicación popular, Pablo Casado, ha pedido este lunes a la oposición que "reflexione" sobre si el actual sistema penal "es bueno o no".

El conservador ha recordado que la prisión permanente revisible "conecta con la mayoría social", en referencia a las encuestas que indican que es apoyada por el grueso de los españoles. Asimismo, fuentes conservadoras han señalado que su grupo no va a aceptar ninguna transacción para que "Cs se pueda apuntar un tanto", informa Pilar Santos.

La guerra PP-Cs

Y es que la defensa férrea que el PP hace de la figura penal está relacionada con la batalla por el voto conservador desatada tras la victoria de Inés Arrimadas en las elecciones catalanas. Después de los comicios, los populares se lanzaron a defender la prisión permanente, con mociones en todos los ayuntamientos y la enmienda para endurecer la medida punitiva, que fue anunciada por el propio Mariano Rajoy, para marcar distancias con Ciudadanos, que se abstuvo en el debate celebrado en octubre, lo que contribuyó a que la iniciativa derogadora siguiera adelante.

El PP defiende que se pueda ampliar los supuestos de aplicación actuales -ante asesinatos especialmente graves- a violadores en serie, secuestradores que acaben con la vida del rehén, a quienes atenten contra infraestructuras clave o aquellos que oculten el cadáver, como ha sucedido con Gabriel.

La presión del PP ha sido tal, que Rivera viró y también presentó una enmienda a la totalidad a la derogación del PNV en la que no se pide ampliar los supuestos actuales, pero sí se reclama que se dificulte el acceso al tercer grado, que en opinión de la fuerza naranja es lo que provoca que asesinos o violadores sin escrúpulos salgan libres a los pocos años de ingresar en la prisión. Cs plantea que ningún condenado por delitos de especial gravedad pueda acceder al tercer grado hasta cumplir 20 años de condena.