Habrá conversaciones con el PP, pero no se consentirá al principal partido de la oposición que intente bloquear alguna reforma estatutaria. Ese es el resumen del pensamiento socialista respecto a la comisión de seguimiento de las reformas institucionales que acordaron crear el presidente del Gobierno y el líder del PP en la reunión que ambos mantuvieron en la Moncloa. Una comisión cuyos componentes y agenda quedarán delimitados esta semana para que inicie la próxima los trabajos --después de rechazado el plan Ibarretxe -- y que acometerá primero la financiación sanitaria.

Así lo explicó ayer el secretario de organización del PSOE, José Blanco, durante una conferencia en el Club Siglo XXI. El "consenso político" es muy importante, reconoció Blanco, pero "no incluye la aceptación de vetos previos" a los cambios en los estatutos, precisó. Blanco dejó claro que la exigencia de consenso por parte del PP no puede servir para "bloquear cualquier iniciativa de reforma". En su conferencia, titulada La hoja de ruta del cambio en España , Blanco aseguró que el PSOE no va a impulsar una "reforma generalizada de los estatutos de autonomía", porque considera que no todas las comunidades "sienten esa necesidad".

Sin embargo, añadió que los socialistas "impulsarán y apoyarán" todas las que planteen las propias autonomías. Para hacerlo, señala, sólo se requiere que los cambios conciten "el consenso" mayoritario de las fuerzas políticas representadas en cada autonomía y que no excedan el marco de la Constitución. Blanco descarta, pues, que el Gobierno se plantee "revisar el modelo territorial".

MAS PESO Por otra parte, el secretario general del PP, Angel Acebes, comunicó ayer a Blanco que la comisión PP-PSOE debe tener mayor nivel político del que hasta ahora han planteado los socialistas. El nivel de representación que plantea el PP estaría situado en cargos como los portavoces parlamentarios o los secretarios generales.