Tras otra semana negra del Gobierno en el frente económico, el PSOE encontró ayer motivos para agarrarse a la esperanza. No solo la bolsa repuntó abruptamente en respuesta a la creación del fondo de rescate europeo. También el CIS le proporcionó oxígeno. En el barómetro correspondiente a abril hecho público ayer, los socialistas recortan a casi la mitad, tan solo 1,5 puntos, la distancia en intención de voto que en enero le separaba del PP. La valoración de su líder, José Luis Rodríguez Zapatero, sigue, sin embargo, en caída libre. Baja del 3,98 al 3,71 y solo encuentra consuelo en el retroceso aún mayor experimentado por su principal adversario, Mariano Rajoy, que baja cinco décimas y se queda en un 3,09. Un único miembro del gabinete de Zapatero obtiene peor puntuación que el líder de la oposición: la ministra de Cultura, Angeles González-Sinde.

ACUSACION DEL PP Consciente del varapalo que significa para la oposición retroceder cuando la crisis económica arrecia, el PP acusó al Gobierno de haber manipulado los resultados al hacer coincidir el trabajo de campo con el levantamiento del secreto de sumario del caso Gürtel. Los encuestadores del instituto público empezaron a trabajar el 6 abril, el día siguiente de la decisión judicial, lo que para el vicesecretario de comunicación de los conservadores, Esteban González Pons, no puede haber sido más que "intencionado". "Vamos a pedir explicaciones al Gobierno por la utilización partidista" del CIS, advirtió el popular.

Fuentes del PSOE respondieron que las fechas se fijan con mucha antelación por lo que "es imposible" ajustarlas como denuncia el PP. Sobre el barómetro de enero, en el que obtuvieron una ventaja de 3,8 puntos, realizado en otra semana negra de la economía, los conservadores no pidieron ninguna explicación.

Cada encuesta es un reflejo del momento político en que se lleva a cabo. Probablemente en el barómetro de abril haya influido también la explosiva comparecencia ante el juez del expresidente balear Jaume Matas. En esas jornadas --el trabajo de campo se cerró el 14 de abril--, el Gobierno, además, se seguía esforzando por aparecer como muñidor de pactos contra la crisis a través de la comisión Zurbano, mientras lograba que Rajoy fuera visto como el principal interesado en torpedearlos.

RECORDS NEGATIVOS El bache del PP se ha traducido en una recuperación de la intención de voto socialista de 1,8 puntos que le deja en un 38%, frente al 39,5% del PP, que pierde medio punto. El repunte socialista no se ha trasladado al apartado de las valoraciones de los líderes, donde Zapatero y Rajoy siguen batiendo todos los récords negativos de la democracia. La balanza hacia uno u otro partido puede oscilar en cada barómetro, pero el crédito de sus líderes está cada vez más maltrecho.

En el barómetro de enero, Zapatero fue superado por vez primera desde que llegó a la Moncloa por otro dirigente político (la exsocialista Rosa Díez). Ahora lo ha sido por el líder de CiU Josep Antoni Duran Lleida (3,74), uno de los promotores del frustrado pacto de Estado contra la crisis. El presidente empata esta vez con Díez, y Rajoy paga con esa pérdida de cinco décimas su actitud contemplativa frente a los casos de corrupción.

Además, solo el 22,4% de los encuestados dicen tener bastante o mucha confianza en Zapatero, mientras que con Rajoy la cifra cae al 14,9%. La clase política y los partidos son ya vistos como el tercer problema del país (19%), solo por detrás del paro (79%) y otros problemas económicos (46%).