Desde que acordaron el Estatuto de la Comunidad Valenciana, la retirada de la enmienda a la ley de la Defensa y que Enrique Múgica siga siendo el Defensor del Pueblo, el PSOE y el PP no han dejado de pactar en los últimos días. Y ahora le ha tocado al Reglamento del Congreso.

Los dos grandes partidos presentarán la semana que viene un acuerdo de 21 folios sobre el futuro Reglamento de la Cámara baja. Se trata de un decálogo en el que no se incluye el uso de las lenguas cooficiales porque esa regulación se reserva para un pacto con los nacionalistas.

El PP se niega a que el catalán, el euskera y el gallego puedan ser utilizados en el Congreso aunque sea con traducción, como autorizó su presidente, Manuel Marín, hasta que rectificó.

El acuerdo entre PSOE y PP se limita a 10 puntos. El más importante es el que permite que los grupos con más de 50 diputados puedan interpelar al presidente una vez por periodo de sesiones, cada seis meses. También se permitirá que una vez en cada periodo haya debates sobre temas de actualidad si lo piden dos grupos o un quinto de los diputados El pacto supone que los partidos minoritarios tengan más facilidades para formar grupo parlamentario.