Cuando conocieron las declaraciones de Mariano Rajoy, los socialistas no dieron crédito. "Nos preguntamos todos si el señor Rajoy se ha vuelto loco al pedir la nulidad del sumario del 11-M, y si quiere que salgan a la calle los supuestos terroristas detenidos y enjuiciados. La pregunta es: ¿Acaso no quiere que haya un juicio sobre el 11-M y una condena de los presuntos terroristas?", declaró Diego López Garrido, secretario general del Grupo Socialista.

Los dirigentes del PSOE se declararon "escandalizados" por la "delirante propuesta" del presidente del PP, que se basaba en algunas informaciones que sugerían una manipulación de pruebas en la causa, cuestionando en concreto que la mochila bomba, hallada horas después de la masacre y que propició las primeras detenciones, fuera abandonada por los terroristas.

José Luis Rodríguez Zapatero, por su parte, pidió que, "responsablemente", los dirigentes políticos dejen trabajar a los jueces. El presidente del Gobierno no quiso polemizar con Rajoy, pero aseguró que no alberga "ninguna duda" de que "la actuación judicial concluirá con la verdad plena de los hechos".