El PSOE pretende dar prioridad en los primeros meses del 2007 a la reforma de la ley de financiación de partidos, con el fin de acabar con la opacidad de las cuentas de las formaciones políticas.

Los socialistas ven necesario el visto bueno del PP y el máximo respaldo de las demás fuerzas. Para ello deberán vencer la resistencia de CiU y el PNV a que se prohíban las donaciones anónimas, principal punto de desencuentro. El PP ya cedió en este asunto en el debate de hace un año.

El portavoz adjunto del PSOE en el Congreso, Julio Villarrubia, defendió ayer que la financiación de los partidos sea "casi exclusivamente pública". Dijo que su partido ya ha iniciado contactos con los grupos parlamentarios con el objeto de buscar un consenso. Dijo que la "percha" para pactar la reforma será la proposición de ley de ERC que el Congreso admitió a trámite hace un año y a la que los grupos ya han presentado enmiendas.