Del ataque al grito de ‘No todos somos iguales’, a la defensa con un ‘No todos reaccionamos igual’ grabado en la coraza. El PSPV y el Bloc Nacionalista Valencià, el partido mayoritario de Compromís, han tenido que cambiar estos últimos días su posicionamiento frente a la corrupción por las informaciones que cuestionan la financiación de sus campañas en el 2007 y de algunos otros actos políticos y buscan ahora que su respuesta ante esas hipótesis les diferencie de la que suele dar el Partido Popular.

A la espera de ver en qué queda el último giro de la política valenciana, ambos partidos se han conjurado para tratar de evitar que las sospechas manchen al Govern del Botànic, en el que son mayoritarios, pero todas sus ‘patas’ han tenido que cerrar por el momento el debate sobre la convivencia de adelantar las elecciones autonómicas, una posibilidad que puede estar detrás de las fechas en las que han salido las informaciones.

Los documentos aportados por 'El Mundo' y 'Abc', que son los que el PP habría hecho llegar a la justicia para iniciar el caso, apuntan a que algunas empresas habrían sufragado gastos electorales de ambos partidos al abonar facturas falsas a la empresa de comunicación Crespo Gomar, vinculada a pesos pesados de los socialistas de Gandia. Al estilo de lo que los cabecillas de la trama Gürtel dijeron haber organizado para las campañas del popular Francisco Camps. En el caso de las cuentas de los socialistas, se estudia si esas empresas fueron después beneficiadas por algunos contratos de ministerios del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero o del ‘plan E’.

Para alejarse de la tradicional respuesta del PP, de inicio ambas formaciones admitieron la gravedad de las acusaciones y sus direcciones no han negado la posibilidad de que haya ocurrido. Además han puesto en marcha comisiones internas para averiguar lo sucedido. "No tenemos ningún problema en hacer un ‘striptease’ absoluto", ha señalado estos días Ximo Puig, presidente de la Generalitat y secretario general del PSPV. Eso sí, aún no han mostrado ningún documento en público.

También prometieron rotundidad en sus decisiones en el caso de encontrar irregularidades. El Bloc ha asegurado que aplicarán si procede el principio de "tolerancia cero" y, en el caso del PSPV, ha especificado que esa "contundencia" se aplicaría incluso a hechos judicialmente "prescritos" como puede pasar con los posibles delitos electorales. Por último, han aceptado la creación de una comisión de investigación, propuesta por Ciudadanos y apoyada por Podem, aunque quieren que se amplíe a la relación de Crespo Gomar con todos los partidos y que sea a la vez o después de las que hay previstas por la financiación del PPCV.

LA TRANQUILIDAD DEL 'CHANTAJEADO' MORERA

Las informaciones hacen referencia a una etapa en la que al frente de los socialistas estaba Joan Ignasi Pla, que dimitió al saberse que una constructora había adelantado el dinero de la reforma de su casa y no ha hablado públicamente del tema, y Enric Morera lideraba el Bloc.

Morera es el actual president de Les Corts y ha tenido una respuesta propia, diferenciada de la de la actual dirección del Bloc. Ha negado tajantemente que hubiera irregularidades, ha afirmado que se trata de una "cortina de humo" del PP y de una "denuncia falsa" y ha augurado que se archivará todo. También ha explicado que hace un tiempo fue chantajeado desde el entorno de Arturo Torró, exalcalde popular de Gandia, con esos documentos.

LA BANDERA DEL AZOTE OLTRA

Dado que las denuncias no se refieren a Compromís, no afectan de manera directa a Mónica Oltra, que forma parte del mismo desde Iniciativa del Poble Valencià. La que fuera principal cara visible de la lucha contra la corrupción del PP se ha mostrado hasta ahora leal tanto a sus compañeros de coalición del Bloc como a sus socios de gobierno del PSPV. Pero la vicepresidenta de la Generalitat ha recordado que "la lucha contra la corrupción y por un gobierno decente es una bandera que sigue izada en lo alto, en cualquier caso, en cualquier circunstancia y por encima de cualquier sigla". Y ha subrayado que esa es su bandera. De hecho, el pasado viernes, preguntada por Morera, apuntó que "la cuestión pública debe estar por encima de las relaciones de confianza personal" y que el gobierno valenciano "no pone ni quita la mano en fuego por nadie". "Cuando me pregunten personalmente ya lo diré", sostiene.