Esquerra no quiere abrir ninguna guerra de banderas. Así lo confirmó ayer el secretario general del partido independentista y conseller de Gobernación, Joan Puigcercós, que a mediodía ordenó izar en la azotea de la sede de su departamento la bandera española, al lado de la catalana, que un trabajador de la conselleria había arriado días antes "por cuenta propia". Según Puigcercós, cuando él se apercibió de ello hace dos días, amonestó a quien lo hizo y ordenó retirar la enseña catalana para evitar infructuosamente una polémica que, a la vez, estalló y quiso ser zanjada ayer mismo.

Mientras CiU y el PP aprovecharon el incidente para criticar a la Entesa, el president José Montilla instó a sus consellers a "cumplir todas las leyes", incluida la de símbolos oficiales. Y todos los consellers acataron la instrucción.