Carles Puigdemont planteó este martes a Marta Rovira, la secretaria general de ERC, que se convierta en número dos del Govern. Durante la cena en Bruselas en la que ambos pactaron evitar un bloqueo en el inicio de la legislatura se habló también de la composición del futuro Ejecutivo y del reparto de poder entre Junts per Catalunya y los republicanos, según fuentes conocedoras del desarrollo de la reunión.

Aunque fuentes de los posconvergentes dan por hecho que Rovira se convertirá en ‘consellera primera’ de Puigdemont, en el caso de que logre su objetivo de ser investido presidente de la Generalitat por una vía todavía por definir, otras voces del entorno de ERC insisten en que “no hay nada cerrado”, al margen de evitar el bloqueo de la sesión de constitución del Parlament.

Pero para los posconvergentes el alcance de los acuerdos va más allá. E incluye también que los independentistas controlarán finalmente la Mesa: de sus siete miembros, dos serán para JxCat, dos serán para ERC, dos para Ciutadans y uno para el PSC.

Faltan por perfilar los nombres que ocuparán esas sillas, y sobre todo quién será el próximo presidente del Parlament, que saldrá de entre las filas de los diputados elegidos por ERC. Fuentes de los partidos soberanistas creen que el sucesor de Carme Forcadell -que aún no está totalmente descartada, pero se encuentra muy condicionada por su situación procesal- debe ser alguien que no esté implicado en asuntos judiciales.

Tampoco está pactada la vía por la que Puigdemont intentará la reelección. Podría ser la de la investidura telemática, que presenta grandes escollos legales, o una “delegada”, en la que el discurso del aspirante a ‘president’ sería leído por otro diputado independentista.