Carles Puigdemont quería votar la constitución del Parlament desde Bruselas y se echó atrás. Un documento registrado en la Cámara catalana así lo acredita. El expresident, y también sus compañeros de Junts per Catalunya que están en la capital belga, Clara Ponsatí y Lluís Puig, pidieron a sus colaboradores en Barcelona que presentaran en la Cámara baja la solicitud de la delegación de voto en “las sesiones plenarias de constitución e investidura”. Pero la advertencia de Mariano Rajoy, el martes al mediodía, de que recurriría inmediatamente esa petición si la planteaban los políticos huidos a Bruselas les hizo cambiar de opinión y esos documentos no se presentaron antes de la constitución del Parlament, celebrada el miércoles.

Sí que llegaron al registro de la Cámara ayer, jueves. La noticia saltó a mediodía: Junts per Catalunya había solicitado la delegación de voto de Puigdemont, Ponsatí y Puig para la sesión de investidura, prevista para finales de mes. El problema es que no se había pensado en el plan b de pedir solo pronunciarse en el pleno de investidura y se presentó el mismo texto, un fallo que ha permitido constatar el paso atrás de los exmiembros del Govern catalán con el que evitaron así el choque con el Estado ya el primer día.

Los folios, que se pueden consultar en esta noticia, están firmados por los tres diputados con fecha de “Enero de 2018”, una manera de facilitar la posibilidad de uso. Los tres explicitan que delegan su voto en Jordi Turull, dadas las "circunstancias actuales" que les "incapacitan" para "ejercer de forma efectiva" ese derecho. Turull es el parlamentario que iba en la posición más alta de la lista electoral y que no está encarcelado ni huido.

PENDIENTES DE TORRENT

Los diputados de ERC que también están en Bruselas, Meritxell Serret y Toni Comín, todavía no han pedido poder pronunciarse a distancia para elegir al futuro presidente de la Generalitat.

El nuevo presidente de la Mesa del Parlament, Roger Torrent, tiene previsto reunirse en Bruselas con Puigdemont en paralelo a la ronda de contactos que está realizando estos días con todos los partidos del hemiciclo para decidir a quien propone como presidente. El Gobierno central ya ha avisado que impugnará cualquier propuesta que incluya la participación a distancia del expresident.