Los expresidentes Jordi Pujol y Pasqual Maragall subieron el tono reivindicativo de la Diada al reclamar que la Constitución española "respete", "reconozca" y "se adapte" a la realidad nacional de Cataluña. Por contra, el presidente José Montilla alabó "la normalidad" institucional actual y pidió "moderar" los juicios sobre el presente y el futuro.

El expresidente Pasqual Maragall auguró que España y la Unión Europa reconocerán en el futuro que Cataluña es una "nación" en el acto de entrega de la Medalla de Oro de la Generalitat, la máxima distinción que Montilla hizo entrega a Maragall y a su predecesor Jordi Pujol.

Montilla afirmó que el futuro de Cataluña solo será escrito por los catalanes. "Nadie nos hará ir, como pueblo, por un camino que, colectivamente, no deseamos", advirtió. El expresidente Jordi Pujol consideró que "no es Cataluña la que se tiene que adaptar a una Constitución, sino la Constitución, sea la que sea, la que se tiene que adaptar a Cataluña y respetarla".

Por la mañana, un grupo de unos 200 independentistas recibieron con insultos a la delegación del PP que acudió a colocar la ofrenda floral al monumento de Rafael Casanova.