La investigación de la Audiencia Nacional sobre los supuestos genocidios de China en el Tíbet y contra la organización Falun Gong motivaron ayer una reunión bilateral en Pekín. Fuentes del Ministerio de Exteriores aseguraron ayer que España no tiene "interés" en que el asunto "pase a mayores porque quiere mimar la relación con China".

Pero la realidad es que el Gobierno de China realizó en ese encuentro una queja formal a una diplomática de la embajada de España, a quien recordó que los hechos investigados son "internos". En un comunicado difundido tras el encuentro, la diplomacia china destaca "las relaciones estratégicas" existentes entre España y China. Una cooperación, prosigue la nota, "fructífera en distintos campos" y que ahora, con este caso abierto en la Audiencia, podría incluso romperse.