La nueva presidenta del Parlamento vasco, Arantza Quiroga, minimizó ayer las criticas a su desconocimiento del euskera y precisó que el hecho de no ser bilingüe ha sido solo una "excusa" para censurar su elección, porque lo que realmente "escuece" es que sea el PP quien se sitúe ahora al frente de la Cámara vasca.

Quiroga aprovechó su primera entrevista en la televisión pública vasca para subrayar que el acuerdo entre PSE y PP no ata a ninguno de los dos partidos.

En lo que pareció un subliminal mensaje al secretario general de los socialistas vascos y futuro lendakari, Patxi López, que el sábado se felicitó de no ser "rehén de nadie", Quiroga llegó incluso a subrayar que lo que más le gusta del pacto es que el PP no está obligado a respaldar los presupuestos que presente el Gobierno de López.

Esta versión sobre el alcance de lo firmado la pasada semana discrepa de la lectura que dirigentes del PSE hacen del texto del acuerdo. En él se menciona expresamente que el Ejecutivo establecerá "un diálogo previo y una negociación" con los populares sobre las cuentas para garantizar que puedan ser aprobadas.

De todas formas, dirigentes de ambos partidos coincidieron en celebrar que su singular entente no cierre la puerta a pactos con otras fuerzas.

SIMBOLOS NUEVOS El europarlamentario y exlíder del PP vasco Carlos Iturgaiz adelantó en Bruselas que su partido podría plantear la revisión del actual himno de Euskadi, el Gora ta gora (Arriba y arriba), aprobado en 1983 por el PNV, para sustituirlo por la canción tradicional Gernikako arbola (El árbol de Gernika).

Aunque Iturgaiz no está en la primera línea de las decisiones del PP, sugirió la modificación del escudo autonómico para eliminar el espacio en blanco que el Gobierno vasco tuvo que dejar tras obligarle el Constitucional a suspender la alusión a Navarra.