Lo que tenía que ser un gesto diplomático digno de reconocimiento se convirtió en una andanada contra los medios españoles. Por tradición, cuando el presidente o el ministro de Exteriores asumen el cargo, su primer destino en el extranjero es Rabat. Es lo que le tocaba hacer a la jefa de la diplomacia, Trinidad Jiménez, pero sus numerosos compromisos le complicaron el calendario y su homólogo marroquí, Taieb Fassi Fihri, se ofreció a visitarla.

Fassi Fihri y Jiménez se reunieron ayer en Madrid y ofrecieron una rueda de prensa. En sus discursos, ambos destacaron el "buen momento" de las relaciones bilaterales y el trabajo desarrollado entre dos países que son "socios prioritarios". Un tono y unas palabras como mínimo sorprendentes después de que, en los últimos meses, se haya requerido hasta la mediación del rey Juan Carlos, para evitar una crisis diplomática en toda regla, y no haya embajador en España desde hace 10 meses.

NOTICIA FALSA Los problemas llegaron cuando se le preguntó a Fassi Fihri cuándo enviará Mohamed VI al nuevo diplomático, Ahmedu Uld Suilem, y si podría anunciar oficialmente y a viva voz (algo que se le requirió en varias ocasiones) que la noticia publicada por la agencia oficial de Marruecos (MAP) --en la que se informaba de la muerte de un adolescente musulmán en Melilla la semana pasada por el impacto de un disparo de un guardia civil-- era falsa. En el primer asunto, el ministro dio largas y dijo que el embajador se incorporará antes de fin de año. En el segundo, el jefe de la diplomacia magrebí aseguró que la prensa española solo ve "cosas negativas y deformadas" de su país y denunció los "excesos" que, a su juicio, cometen los reporteros al tomar "sus deseos por realidades". En cuanto a la noticia falsa de la MAP (brazo comunicativo del Gobierno), el ministro aseguró que él vio en la televisión marroquí "a un chico que contaba que había visto en la calle a otro con los ojos cerrados" y evitó admitir que fue una historia inventada.

A Jiménez, a su lado, se le preguntó si había pedido a su homólogo que los periodistas puedan entrar en el campamento de saharauis Gdeim Izik, en las afueras de El Aaiún. La titular de Exteriores dijo que "respeta" que Marruecos --que alega "razones de seguridad"-- impida el acceso a la prensa.