La monarquía marroquí pretende que la visita que mañana realizará a Madrid su ministro de Asuntos Exteriores, Mohamed Benaisa, sirva para que el Gobierno español dulcifique su postura y deje de oponerse a la solución que defiende Rabat para el Sahara Occidental, que consiste en otorgar a este territorio una autonomía dentro de Marruecos.

De forma paralela, el reino alauí ha decidido poner en marcha una campaña diplomática para defender tanto en EEUU como en la Unión Europea su postura respecto a este contencioso, que le enfrenta con el Frente Polisario.

LA RAIZ DE LA CRISIS

Fuentes diplomáticas españolas señalan que la postura del Gobierno de José María Aznar en torno a este contencioso es "la verdadera raíz de la crisis bilateral" entre España y Marruecos. Mohamed VI no perdona que el pasado mayo España rechazara la propuesta de acuerdo marco (autonomía dentro de Marruecos) con que se pretendía solucionar el conflicto y que satisfacía a las autoridades marroquís. El rechazo español fue especialmente llamativo por el hecho de que ese proyecto de autonomía contaba con el apoyo de países potentes y tradicionalmente aliados de España como EEUU o Francia.

MAYOR PESO DE ESPAÑA

Entonces, la negativa española era meramente simbólica. Sin embargo, a partir de enero, el peso de España será mucho mayor, pues será miembro del Consejo de Seguridad de la ONU, que en esas fechas debe volver a reunirse para decidir el futuro del Sahara Occidental. Es por eso que, según fuentes diplomáticas, Marruecos espera que Madrid modifique su posición

Sin embargo, la ministra española de Exteriores, Ana Palacio, echó el domingo un jarro de agua fría sobre las esperanzas marroquís al señalar que España sólo apoyará una solución que satisfaga tanto a Marruecos como al Polisario.