La kale borroka se cebó ayer de nuevo en la casa del pueblo de los socialistas en Renteria (Guipúzcoa), en la que varios desconocidos provocaron un incendio que causó importantes daños materiales. El alcalde de la localidad, Miguel Buen (PSE), denunció que el ataque --el vigésimo séptimo contra el local--, se ha producido sin que el Gobierno vasco haya puesto en marcha el plan de protección de sedes apalabrado entre los partidos.

Buen adjudicó no obstante la autoría a ETA y a los grupos violentos que le siguen y jalean. "Nos vamos a quedar aquí", aseguró retador mientras señalaba que la sede de un partido nacionalista muy próxima a la casa del pueblo no ha recibido jamás un ataque, cuando la del PSE suma más de uno al año: "La libertad no es la misma para todos y a la kale borroka les sale gratis".

El sabotaje se produjo a las 4.30 de la madrugada. Sus autores cortaron la malla que protege una ventana, rompieron el cristal y arrojaron al interior líquido inflamable para prenderle fuego con un artefacto explosivo. El presidente del PSE, Jesús Eguiguren, visitó la sede. Militantes socialistas calculaban ayer que la casa del pueblo no se reabrirá antes de dos meses.

Los partidos expresaron su solidaridad con los socialistas y condenaron el acto. El PSE y UGT-Euskadi anunciaron ayer la convocatoria para mañana, a las siete de la tarde, de una concentración de condena frente al local, cuyo lema será "Libertad".