Euskadi vivió la pasada madrugada nuevos episodios de kale borroka . Ayer, la violencia radical se cebó de nuevo en las sedes del PSE y de EA en Tolosa y Usurbil (Guipúzcoa), respectivamente. Además, los violentos destrozaron dos validadoras en la estación de Euskotren de Deusto, en Bilbao. Los daños ascienden a 60.000 euros, según informó Euskotren.

El PSE denunció que su sede en Tolosa amaneció con pintadas amenazantes en las que se podía leer "Os vamos a botar de Eukal Herria. Fascistas" y "Mentiras no". Tras calificar de "inadmisible e intolerable" este intento de "amedrentar" a los socialistas, el portavoz del PSE en el Ayuntamiento de Tolosa, Oscar Renedo, instó a los radicales a actuar como el grupo de ANV en Derio, que expresó su "más contundente rechazo" al ataque a la sede del PSE en ese municipio. El gesto de ANV no lo valoró igual el secretario general del PSE de Vizcaya, José Antonio Pastor, que opinó que la repulsa del concejal de ANV de Derio "es fruto de una reflexión individual" y no un desmarque de los aberzales del terrorismo.

SEDE DE EA Los ataques en Usurbil se cebaron, por segunda vez en una semana, en la sede de EA, donde los radicales rompieron la cristalera de la fachada, fracturada ya el pasado lunes. "No nos han dado tiempo ni a cambiar la luna y ya han vuelto a golpearla", explicó el portavoz de EA, Luis María Ormaetxea. Subrayó que el alcalde de Usurbil, Xabier Mikel Errekondo (ANV), rechazó el martes debatir una moción para condenar el ataque del día anterior. Ormaetxea acusó a Errekondo de estar "envalentonando a los violentos".