Cualquier militante del Partido Popular que quiera optar a presidir su partido debe presentarse a un congreso respaldado por, al menos, el 20% de las firmas de los compromisarios. El equipo de Mariano Rajoy, que en su día promovió esa iniciativa, admite ahora que "quizá" la cifra pueda resultar excesiva y, por tanto, un freno para determinados dirigentes populares que quieran llegar a la presidencia de la formación conservadora. Con este análisis sobre la mesa, aseguran que Rajoy no está cerrado a modificar ese requisito en todo o en parte, mientras que sí rechaza abiertamente un proceso de primarias para elegir candidato a la Moncloa.

Ayer, aprovechando la recepción que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ofreció en la Real Casa de Correos de la Puerta del Sol, el impulsor de la enmienda de las primarias para el PP, el madrileño Iñigo Henríquez de Luna, se acercó a Rajoy para explicarle su iniciativa. Según varios testigos de este encuentro, Henríquez manifestó su apoyo al actual presidente del partido, pero defendió una mayor democratización en el seno de la organización. Su interlocutor le respondió que tenía "todo el derecho" a llevar al congreso de Valencia esa propuesta, "e incluso a equivocarse".

LA PRESIDENTA NO MUEVE FICHA En este debate aún no ha movido ficha Esperanza Aguirre, presidenta del PP de Madrid, donde milita el responsable del proyecto de primarias. Ella se ha limitado a decir en público que estudiará "con cariño" la enmienda cuando sea presentada oficialmente. Pero el entorno de Aguirre --quien amagó con disputar a Rajoy el liderazgo del partido en junio-- prefiere esperar a conocer qué estatutos quiere hacer el Rajoy antes de entrar en el juego de la negociación.

Sin embargo, los colaboradores de la dirigente madrileña no ocultan que, antes que abordar el asunto de las primarias separando la presidencia del PP de la candidatura al Gobierno, preferirían un cambio en el sistema de avales. Esto es, que se reduzca el número de rúbricas que necesita un aspirante a liderar la organización conservadora o que se permita que los compromisarios puedan avalar más de una candidatura, una opción que actualmente resulta imposible.

Por su parte, el entorno de Rajoy asevera que, por el momento, no ha recibido ninguna petición "por vía formal o informal" para introducir una modificación semejante en la ponencia estatutaria, que está siendo redactada por el gallego Alberto Núñez Feijóo, entre otros. "A priori, los cambios en los estatutos van a ser mínimos", advierten desde la dirección nacional. Otra cosa serán las enmiendas que reciban y los dolores de cabeza que eso le suponga a Mariano Rajoy, que ayer se declaraba "animado".