En el conflicto de Oriente Próximo, el alineamiento del PSOE con la causa árabe es casi tan nítido como la apuesta del PP por el bando israelí. El presidente de los populares, Mariano Rajoy, emplazó ayer sin éxito a Zapatero a desautorizar los reproches del socialista José Blanco a Israel. Pero hizo más. Rajoy exigió al presidente que "trabaje de verdad en favor de la paz" en la zona en lugar de actuar "como un hooligan contra un Estado democrático", en referencia a Israel. "No se puede, en un conflicto tan importante actuar como un partido extraparlamentario", denunció el líder del PP.