El contraste está servido. Mariano Rajoy dio ayer un paso más en la escalada contra el Gobierno. El jefe de la oposición acusó al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero de "actuar contra la ley" por permitir la absolución del dirigente de Batasuna Arnaldo Otegi y concluyó que, por ello, Cándido Conde-Pumpido debe dejar la fiscalía general del Estado.

"No hay ninguna razón jurídica para que la fiscalía pase de pedir 15 meses de cárcel para Otegi a no acusar", afirmó el presidente del PP en Berlín, después de participar en una reunión con el resto de dirigentes del Partido Popular Europeo. Rajoy aseguró que Conde-Pumpido se ha limitado a "defender los intereses políticos" del Ejecutivo socialista, por lo que su puesto al frente de la fiscalía es "insostenible". "Este Gobierno está jugando al límite; forzando a los españoles; a los miembros del PSOE y a sus votantes, que no entienden nada", añadió Rajoy.

"IMPLORAR" A ETA En Alemania, Rajoy siguió con la campaña preventiva que ha lanzado el PP por si la banda terrorista emite un comunicado que pueda significar un paso hacia el fin de la violencia. En opinión de los conservadores, es lo que está "implorando" el Gobierno, una palabra que Rajoy volvió a utilizar ayer. Según él, Zapatero tiene dos objetivos hasta el final de legislatura: que ETA se manifieste para que el Ejecutivo pueda "salvar la cara" y "demonizar al PP".