El PSOE señaló ayer a Mariano Rajoy como el "gran derrotado" en la asamblea de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). Tras la bronca del domingo con la moción del PP contra el plan Ibarretxe, que dinamitó el pacto sobre la dirección de la FEMP logrado la víspera, ayer el PSOE achacó al candidato popular a la Moncloa la ruptura del acuerdo, y le acusó de "acentuar los peores rasgos" de la política de Aznar.

El socialista Alfredo Pérez Rubalcaba atribuyó el comportamiento de Rajoy a razones electorales. A su juicio, la elección del socialista Francisco Vázquez como presidente de la FEMP frente a Rita Barberá (PP) ponía de relieve la derrota del PP en las elecciones municipales del 25 de mayo, que los populares pretendían ocultar.

La orden de mantener la moción que pedía la retirada de la propuesta del lendakari, Juan José Ibarretxe, partió directamente de Rajoy. Por eso Carme Chacón, portavoz de la ejecutiva socialista, sentenció ayer: "La primera gran decisión de Rajoy es también una de sus primeras grandes derrotas".

"PROBLEMA PARA ESPAÑA" Chacón afirmó que el PP empieza a ser "un problema para la unidad de España", cuya cohesión territorial, en opinión del PSOE, se ha resquebrajado desde que gobierna Aznar. El "uso y abuso" de la Constitución por parte del PP revela, según Chacón, que es un partido "incapaz" de "integrar, unir y sumar".

Por su parte, Francisco Vázquez, nuevo presidente de la entidad, denunció la "maniobra artera" de los populares. El alcalde de A Coruña los acusó de "utilizar con fines electoralistas" la Constitución. "Se están quedando solos", añadió, asegurando que el PSOE tiene una posición "clara y nítida" en contra del plan Ibarretxe.

El vicepresidente del Gobierno Javier Arenas tachó de "aberración" y "barbaridad" que el líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, se haya dejado guiar por ERC en Cataluña y evite plantar cara al plan Ibarretxe.