Ante un auditorio, el de los empresarios catalanes, que le recibió sin acritud pero sin efusividad, Mariano Rajoy escribió ayer un nuevo capítulo de su discurso en contra del Estatuto. Como él mismo admitió, una denuncia ya "reiterada". Además de señalar los efectos perniciosos que puede tener el nuevo texto estatutario, el líder del PP subrayó que no responde a ninguna demanda de la sociedad.

En la 22 reunión del Círculo de Economía, en Sitges (Barcelona), y mirando al referendo del 18 de junio, Rajoy aseguró que en el caso de que se imponga el no habrá ganado "la libertad". Sería lo mejor para "la rebeldía", dijo. "Lo mejor que le puede pasar a los catalanes", agregó, en una afirmación en la que coincide con Esquerra, aunque por motivos diametralmente opuestos.

Rajoy denunció, una vez más, el intervencionismo que detecta en el Estatuto, que considera probado por su extensión: "Le sobran cuatro quintas partes de sus artículos". Y afirmó que aún no ha logrado que le expliquen el significado de muchos de ellos, por su carácter enrevesado. Aludiendo al que para muchos es el eje principal del texto, aseguró que este "no mejorará para nada" la financiación con la que cuenta el Gobierno de la Generalitat: "Quien diga lo contrario, que me lo demuestre".

INEFICACIA Partiendo del Estatuto, el presidente del PP cargó contra la gestión de José Luis Rodríguez Zapatero, a quien responsabilizó de hacer "ineficiente" al Estado al fomentar una catarata de reformas constitucionales y estatutarias que, advirtió, acabarán por enredar la madeja de forma insoportable, y debilitarán a la Administración central hasta el punto de que, vaticinó, los sucesores del presidente del Gobierno tendrán dificultades para gestionar un país en el que podría haber "17 normativas jurídicas distintas", tantas como comunidades autónomas.

Para argumentar que la población no ha demandado los cambios que impulsa el Gobierno se refirió al caso del Estatuto de Andalucía: "No hay un solo andaluz al que le importe un comino que Andalucía se llame realidad nacional u otra cosa".

OFERTA SOBRE ETA Sobre el posible diálogo del Gobierno con ETA y de la gestión de un hipotético proceso de paz, Rajoy anunció que en el debate del estado de la nación, que empieza el próximo martes en el Congreso, ofrecerá a Zapatero su apoyo en materia antiterrorista, y que a cambio exigirá "lealtad" al presidente. El líder del PP denunció que su partido ha sido "expulsado" de todos los consensos. El principio de esta marginación, subrayó, es el pacto del Tinell, que alumbró al tripartito catalán. Entre los consensos rotos, destacó el Pacto Antiterrorista que, rememoró con nostalgia, fue acordado por él y por Rodríguez Zapatero "estando los dos veraneando en Galicia".