El líder del PP, Mariano Rajoy, emplazó a aparcar los debates identitarios en el acto de su partido celebrado ayer en Barcelona. Ni Rajoy ni la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, abordaron el tema de la integración, ni pidieron más control de las fronteras y firmeza con los foráneos. Y eso pese a que en realidad era la cuestión que centraba la convocatoria, porque ambos se reunieron con representantes de una inmigración anterior a la actual, los presidentes de las casas regionales. Camacho y Rajoy subrayaron la españolidad de Cataluña y rechazaron el independentismo que ha centrado la precampaña autonómica. "Los catalanes tienen su propia identidad, pero dentro de España", afirmó Rajoy.

Por otra parte, María Dolores de Cospedal seguirá siendo secretaria general del PP hasta el próximo congreso del partido, previsto para el 2012. De Cospedal ostentará la condición de número dos de los conservadores incluso si se convierte en presidenta de Castilla-La Mancha, según fuentes del PP. En el caso de que De Cospedal lograra la presidencia, el partido crearía la figura de un coordinador que asumiría las funciones que ella no pudiera desempeñar.