Mariano Rajoy asegura tener "el suficiente coraje, ilusión y ganas" para ganar las próximas elecciones si su partido le apoya. Y lanzó un mensaje a los militantes más críticos con su postura, e incluso a los votantes: "Tengan la certeza de que sé lo que estoy haciendo". No obstante, volvió a mostrar un hermetismo absoluto sobre quién sera la persona elegida para ocupar el puesto de Angel Acebes en la secretaría general del partido y prefirió criticar la inactividad del Gobierno, cuyos primeros pasos, dijo, auguran que "volverá a las andadas" y olvidará las prioridades con debates "no prioritarios" como la laicidad del Estado o la reforma constitucional.

APOYO DE ARENAS Rajoy volvió a Andalucía para apoyarse en uno de sus mayores defensores, Javier Arenas, y agradecer la consecución de los mejores resultados de la organización en la región en las últimas generales. En su intervención en un hotel de Sevilla ante la interparlamentaria andaluza, apenas dedicó tres minutos para referirse a lo que definió como uno de los retos del PP a corto plazo, el congreso nacional. Así, recordó que él ha pasado por muchas circunstancias dentro del partido, desde militante de base hasta diputado provincial, y eso le ha permitido conocer qué quieren los militantes y los votantes del PP: "Que actuemos con responsabilidad, sensatez y sentido común".

En el resto del discurso, valoró los primeros días del Gobierno, del que auguró, tras oír las comparecencias de Pedro Solbes y María Teresa Fernández de la Vega, que "volverá a confundir las prioridades y a generar división en la sociedad". Hablaba de propuestas para cambiar la Constitución o revisar la laicidad del Estado, cosas que "no son las prioridades del país" y que no debería hacer un Gobierno.

A REGAÑADIENTES Desglosó entonces cuáles deben ser, según él, los retos del Ejecutivo. Destacó la crisis económica y acusó al Gobierno de reconocerla "a regañadientes" y de "engañar" a la gente, diciendo que la economía va "mejor que nunca y que está en la Champions League, cuando la verdad, lisa y llana, es que pasa por un momento de crisis". Rajoy lamentó que Solbes demostrase en el Congreso "no tener ideas, dirección clara y objetivos sobre lo que hay que hacer". "No está en el Gobierno como comentarista de la situación económica sino como gobernante, y tiene que tomar decisiones aunque hasta ahora no ha tomado ninguna", espetó, calificando de "inútil y absurda" la devolución de 400 euros del IRPF.

Mencionó también el problema de la sequía, para criticar la "arrogancia" y el "desprecio" que Rodríguez Zapatero muestra a miles de españoles al transferir agua solo a Barcelona. Y apuntó que ahora está rectificando tras "liquidar" hace cuatro años los trasvases previstos en el Plan Hidrológico Nacional.