El presidente del PP, Mariano Rajoy, ha recordado hoy que su predecesor, José María Aznar, "ya no está en política" y que tanto España como el PP han cambiado, y ha dicho que convencerá a Esperanza Aguirre para que no se sienta "un verso suelto" en el partido. En declaraciones a Onda Cero y Punto Radio, Rajoy se ha mostrado "absolutamente convencido" de que la presidenta madrileña estará "en la misma línea" en la que está "la inmensa mayoría" de su partido.

"Espero que siga trabajando como en los últimos años y estoy absolutamente convencido de que lo va a hacer. No le pido nada más", ha continuado el líder del PP, quien ha recordado que Aguirre y dos de sus consejeros -Juan José Güemes y Alfredo Prada- estarán en el Comité Ejecutivo Nacional del partido. Preguntado por si cree que el discurso que el presidente de Honor del PP, José María Aznar, pronunció en el Congreso fue "una bronca", Rajoy ha estimado que fue "fundamentalmente un discurso reivindicativo" de la gestión de su partido en el Gobierno, con la que está "de acuerdo".

"Ahora estamos en otra situación en la que Aznar no está en política, que ya España ha ido cambiando, el PP también y los problemas que tenemos encima de la mesa no son los que teníamos cuando nosotros gobernamos", ha señalado. El líder del PP ha explicado asimismo por qué no renovó su equipo hace cuatro años; según ha apuntado, "son tiempos distintos" y "lo que hay que hacer es adaptarse y estar muy pegado, en esa adaptación, a los principios y valores".

Tras insistir en que "nunca" ha tenido la sensación "de haber vivido de prestado" en el PP porque ha sido elegido presidente "única y exclusivamente porque los compromisarios así lo han querido", ha defendido su nueva dirección como "un equipo renovado, con ganas e ilusión, y muy representativo del partido". Asimismo, ha recordado que las ponencias debatidas en el Congreso fueron aprobadas "sin ningún voto en contra", y ha agregado que "si alguien estuviera en contra de la nueva línea política, lo podía haber dicho simplemente levantando la papeleta", algo que no sucedió.

Una vez reelegido presidente del PP en el XVI Congreso por el 84,24 por ciento de los compromisarios, ha garantizado que trabajará para ganarse la confianza "del cien por cien" y para "integrar a todo el mundo". "Contento" y "satisfecho" de que los militantes de su partido le hayan dado su confianza, ha considerado que todos los españoles han ganado con el resultado del XVI Congreso porque el PP "sale reforzado".

Según ha apuntado, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no le ha llamado para felicitarle, pero tampoco tenía por qué hacerlo. Ambos tienen intención de verse antes de agosto con el objetivo de ponerse de acuerdo "en dos o tres asuntos", entre los que ha destacado la política de inmigración. "Sería bueno y creo que sería posible", ha añadido, convencido de que el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, mantiene en su discurso principios que el PP defiende desde hace tiempo.