A Mariano Rajoy le preocupa que cale en la calle (si no ha calado ya) la idea de que todos los políticos son unos corruptos. Lo dijo ayer en un tenso debate en el Congreso que tenía que analizar el último Consejo Europeo.

"No demos la imagen de un país sumido en la corrupción". Una frase casi calcada a esta otra: "No es verdad que en España haya un estado generalizado de corrupción". La pronunció el 20 de febrero del 2013, en pleno estallido del caso Bárcenas . Aquel día, en el debate del estado de la nación, acudió con varias medidas para "devolver la confianza de los ciudadanos en sus representantes". Dos de las más importantes (la ley orgánica de control de la actividad económico-financiera de los partidos políticos y el proyecto de ley reguladora del ejercicio del alto cargo) aún no están aprobadas. Y aprovechando que parece que, por fin, van a salir adelante el próximo mes en la Cámara baja, Rajoy las volvió a blandir para hacer ver que el Ejecutivo da pasos para acabar con una lacra que, según las encuestas del CIS, es una de las principales preocupaciones de los ciudadanos.

El PP está dispuesto a aprobarlas en solitario, gracias a su mayoría absoluta, como señaló ayer el presidente. El PSOE, tras la Operación Púnica contra la corrupción municipal y la imputación de Angel Acebes, ha decidido no suscribir ningún pacto concreto con los conservadores. De hecho, el líder socialista, Pedro Sánchez, elevó mucho el tono en este asunto en su cara a cara con Mariano Rajoy. Un debate que acabó convirtiéndose en un "y tú más".

"SE FUERTE" El dirigente del PSOE recuperó en varias ocasiones los SMS que el jefe del Ejecutivo envió a Luis Bárcenas ("Sé fuerte", le escribió) y pidió, junto a varios grupos de la oposición, un pleno monográfico sobre la corrupción. Fuentes de la Moncloa negaron que se vaya a producir, aunque el asunto se debatirá hoy en la junta de portavoces. Rajoy, al ver el endurecimiento del discurso de Sánchez, recordó que el PP ha suspendido de militancia a los afectados por la Operación Púnica y las tarjetas black de Caja Madrid (aunque hay que apuntar que mantiene a Acebes pese a su imputación en el caso Bárcenas ), y le recriminó a Sánchez que no haya hecho lo propio con Manuel Chaves y José Antonio Griñán, expresidentes del PSOE y de la Junta de Andalucía y salpicados por el caso de los ERE . "¿Qué pasa con ellos? ¿Que Susana Díaz actual presidenta andaluza no le deja tomar medidas o no las quiere tomar usted?", le preguntó el jefe del Ejecutivo.

Sánchez recordó que ninguno de los dos dirigentes está imputado todavía y reclamó a Rajoy que respete la presunción de inocencia.

El coordinador federal de IU, Cayo Lara, se burló de que Rajoy pidiera perdón en el Senado por los últimos escándalos de corrupción y le dijo que eso se hace "en las iglesias". Lara le pidió que asuma responsabilidades políticas y aliente un verdadero pacto anticorrupción y "no una ley de punto y final". La diputada Rosa Díez (UPD) defendió también que se convoque un pleno monográfico sobre el asunto y pidió que no se combatan "los síntomas", sino "la enfermedad", que es la "trama organizada". Díez lamentó que la corrupción se haya "institucionalizado".