El presidente del PP, Mariano Rajoy, cerrará mañana su personal campaña electoral en Galicia tras once intensos días durante los que ha recorrido más de 7.000 kilómetros de pueblo en pueblo, muchos de ellos en el corazón rural de la comunidad.

En Ourense, en un acto junto al candidato popular a la Presidencia de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, el líder nacional del PP vivirá la última jornada de una campaña que planteó paralelamente a la del propio Feijóo con el objetivo de movilizar el voto rural, un caladero electoral bien amarrado por el PP en otros tiempos pero que ahora, estando este partido en la oposición, da muestras de debilidad.

Rajoy irá a Ourense acompañado por algunos dirigentes nacionales para clausurar una campaña en la que se ha volcado, pues no es poco lo que el Partido Popular se juega en Galicia.

No sólo está en liza la Xunta, para lo que el PP debe obtener 38 escaños como mínimo y así llegar a la mayoría absoluta, sino también, y esto lo reconocen muchos altos cargos del partido, el porvenir de Rajoy al frente de una organización que en los últimos días ha debido hacer frente a las informaciones sobre la investigación del juez Baltasar Garzón en el caso Gürtel.

Por ello, de las dos semanas de campaña, el presidente del PP sólo ha estado en el País Vasco dos días; el resto, a excepción de una jornada que permaneció en Madrid, lo ha pasado en Galicia.

Durante once días ha visitado 41 localidades, entre ellas las capitales de provincia -Ourense lo ha visitado varias veces y mañana cerrará allí la campaña-, si bien las regiones de Lugo y Pontevedra se han erigido en los destinos más frecuentados, once viajes a cada una. En total, más de 7.000 kilómetros.

El desgaste ha sido notable, y eso a pesar de que Rajoy, cuentan sus allegados, ha cuidado mucho las cenas y ha procurado pasear lo máximo posible, pero a medida que el final de la campaña se divisaba más cerca, más se le resentía la voz.

Precisamente ayer en Ourense, nada más apearse del coche oficial, dijo a una señora: "Ya estoy un poco baqueteado, pero muy animado". Porque Rajoy ha llegado a pueblos recónditos y ha circulado por carreteras deterioradas o casi abandonadas, hasta tal extremo que hace tres días pinchó una de las ruedas de su coche.

Sin embargo, según ha confesado hoy mismo, se encuentra ilusionado, pues el PPdeG, han apuntado a Efe algunos dirigentes gallegos del partido, maneja encuestas recientes cuyos resultados bordean la mayoría absoluta.