Decía ayer en Málaga Soraya Sáenz de Santamaría que los independentistas hicieron creer a decenas de miles de ciudadanos que alcanzarían «la tierra prometida» y solo han conseguido llevarles a la «ruina». Un mensaje que con otras palabras también lanzó el PP por boca de su vicesecretario Pablo Casado y que coronó el propio Mariano Rajoy en una entrevista con el diario alemán Handelsblatt. El presidente del Gobierno se mostró confiado en que los catalanes «sacarán sus conclusiones» el 21-D y «los separatistas perderán apoyo». «Prometieron que Europa les sostendría, pero ningún país ha hecho tal cosa. Ellos prometieron que una separación de España no tendría consecuencias económicas, pero más de 2.000 empresas han abandonado ya Cataluña», declaró al rotativo.

Si Rajoy no acierta en su pronóstico y los independentistas vuelven a ganar en escaños, ¿tiene el jefe del Ejecutivo un plan b? Así se lo preguntaron los periodistas alemanes y así respondió él: «No. El único plan que tenemos es velar por que el futuro Gobierno catalán cumpla con la ley». Los conservadores ya han avisado estas semanas que en caso de que se reedite una Generalitat soberanista el Gobierno podrá volver a blandir el 155, un extremo que no quiso comentar Rajoy.

LAS CARGAS DEL 1-O / En la entrevista, el presidente rechazó «rotundamente» que en España haya «presos políticos» y explicó que «se acaba en prisión por un comportamiento que viola la ley», no por una ideología. Rajoy no quiso comentar el impacto político de la prisión de los exconsejeros y se limitó a decir que como jefe del Ejecutivo respeta las decisiones que toman los tribunales.

Los reporteros también le preguntaron por «la actuación violenta de la policía» el 1-O y él contestó que esas «imágenes no gustan a nadie». «Pero, por desgracia -continuó-, en una democracia no todo funciona siempre a la perfección».

Rajoy celebró el apoyo «fundamental» que estas semanas le ha dado Bruselas a su Gobierno y denunció que el desafío soberanista no va solo contra España, sino también contra toda Europa, porque atenta contra los valores sobre los que se ha asentado la Unión Europea. Ayer mismo, el Parlamento Europeo volvió a rechazar la celebración de un debate sobre el conflicto catalán.

Y en ese contexto aprovechó para señalar, por primera vez de manera pública, que el Ejecutivo español tiene información de que ha habido injerencias rusas y venezolanas a favor de los independentistas en las redes sociales. «En las cuentas españolas de Twitter sobre el tema catalán había muchos perfiles falsos. Más del 50% están registrados en Rusia y un 30% en Venezuela. Tan solo el 3% de las cuentas eran reales», denunció el presidente delEjecutivo.

GENERAR INESTABILIDAD / Ayer en Bruselas, el ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, denunció ante sus homólogos este hecho, informa Silvia Martínez. «Hay datos sobre cómo el tráfico posterior al referéndum en las redes pasó por redes situadas en Rusia y otros países», afirmó Dastis sin dar detalles sobre los demás países implicados. A juicio del Gobierno español, es importante que la opinión pública sea consciente de la situación porque el objetivo de este tipo de injerencias es generar inestabilidad.

Mientras, en la sede de Génova siguen preparando la campaña del 21-D. Rajoy piensa sacar pecho del 155, como se vio este fin de semana en el mitin con Xavier García Albiol, y volverá varias veces más a Cataluña. Como mínimo el día 8, que ya está cerrado en su agenda, y también es probable que vaya a abrir y cerrar la campaña. Fuentes del PP admitieron que, desde Madrid, se hará una campaña suave frente al PSC y Ciudadanos, para no debilitar al bloque constitucionalista.