Un nubarrón apocalíptico se posó ayer sobre la tribuna del Congreso cuando subió Mariano Rajoy, quien, tras enumerar los "graves errores" del Gobierno, aseguró que la legislatura está "agotada" y que el Gobierno socialista supone un "paréntesis" en la historia de la España democrática. En ese retrato del caos, Rajoy lanzó un salvavidas a José Luis Rodríguez Zapatero: el adelanto de las elecciones. El jefe del Ejecutivo rechazó el ofrecimiento y aseguró que no habrá nueva consulta hasta marzo, cuando acaba la legislatura.

A juicio del jefe de los populares, Zapatero "no está en condiciones de gobernar" y por eso debería convocar elecciones, para que los españoles decidan si quieren que el dirigente socialista siga al frente del Gobierno español después de haber "sembrado cizaña" con, especificó, la ley de la memoria histórica, la reforma del Estatuto catalán y la negociación con ETA.

A la banda terrorista le dedicó casi la mitad de su discurso, pero también abundó en la ley sobre las víctimas de la guerra civil con unos comentarios con los que se ganó los primeros vítores y "olés" de la bancada popular, muy alterada durante el cara a cara entre los dos dirigentes. "Ya sabemos que a usted --en referencia al presidente del Gobierno-- no le gusta cómo se hizo la transición. Una de las razones por las que no le gusta es que, a su parecer, quedaron cuentas pendientes", afirmó el conservador. Esa "ruptura de la convivencia" se repitió con la reforma de la Carta autonómica catalana, dijo Rajoy, quien acusó al Ejecutivo de hacer cambios sin tener en cuenta los límites de la Constitución, en referencia a los recursos que se están tramitando en el Tribunal Constitucional.

DATOS ECONOMICOS Y si Zapatero, como hizo en parte después, pretendía alegar las "leyes sociales" y los datos económicos a su favor, Rajoy aplicó el ataque preventivo: "¿Están mal las leyes sociales? No, si hablamos en general. ¿Son importantes? Tienen su importancia, pero no son lo más importante y de ninguna manera sirven para compensar las carencias de una gestión que, en lo verdaderamente importante, hace agua", dijo Rajoy.

Y cualquier dato económico en verde, cualquier número positivo del Gobierno se debe al anterior Ejecutivo, añadió el sucesor de José María Aznar. "Se lo ha encontrado todo hecho", afirmó el dirigente popular, que acabó su primera intervención revelando que era el discurso "más doloroso" que había pronunciado, pero que lo había tenido que hacer por "las circunstancias", apostilló.